Wednesday, June 2, 2010

¿Kobe, imparable?


Llamémoslas las Finales de Hace Medio Año Atrás.

Para cuando llegó el día de Navidad, no nos resultaba difícil adivinar que Lakers y Celtics se encontrarían en las Finales. Ambos equipos salieron de las gateras echando humo con marcas de 23-5, pero sus decaídas de final de temporada no parecieron ofrecer grandes esperanzas de postemporada. Como ya casi todos lo habrán notado, Boston no dio ninguna señal de dominar los playoffs entre Navidad y mediados de abril, tropezando hasta lograr una marca de 27-27 en sus últimos 54 juegos.

Sin embargo, lo que menos se conoce es que los Lakers siguieron un camino similar. Al igual que Boston, L.A. llegó al día de Navidad con marca de 23-5, pero no tuvo mayor efectividad de ahí en más. Los Lakers acumularon apenas una marca de 34-20 en los últimos 54 juegos, y apenas 16-12 luego del descanso del Juego de las Estrellas.

Más aún, su jugador estrella exageró aún más la tendencia. Kobe Bryant estaba al frente de la discusión por el puesto de Jugador Más Valioso al entrar al nuevo año, promediando más de 30 puntos por partido. Pero luego tropezó hasta la línea del final con apenas 27.0. Conectó casi la mitad de sus tiros de campo y 85 por ciento desde la línea en los primeros dos meses, pero no se volvió a acercar a esos números durante el resto de la temporada.

Su lento comienzo en el 2010 fue lo suficientemente molesto, pero el modo en que cerró la temporada regular realmente debió preocupar legítimamente a los Lakers. En sus últimos tres juegos, Bryant encestó5 de 23, 8 de 24 y 8 de 23, mientras que muchos observadores vieron que, físicamente, lució mucho menos explosivo que lo usual, como resultado de lesiones en sus rodillas y en su tobillo.

No era exactamente el modo en que L.A. quería entrar en los playoffs, en otras palabras, y es la razón por la cual los campeones defensores parecían estar tan vulnerables cuando comenzó la postemporada. Los siete juegos de temporada regular que Bryant jugó con los Lakers incluyeron solamente dos victorias, ninguna de las cuales se debió grandes esfuerzos por parte de Bryant (encestó 5 de 23 en una victoria sobre Utah y se esforzó para lograr 17 puntos para ayudar a vencer a Houston. Los otros cinco juegos incluyeron derrotas como local ante Portland (sin Brandon Roy) y San Antonio (por 19); una derrota como visitantes ante New Orleans durante una racha en la que los Hornets tuvieron marca de 3-13, una aplastante derrota ante Oklahoma City, y luego otra paliza en Atlanta que terminó con la banca de los Hawks explotando histéricamente mientras Jason Collins encestaba su tercera canasta de la temporada en tiempo basura.

En cuanto a los Celtics, ellos eran ex campeones, pero su racha de campeonato parecía cualquier cosa menos prefijada. Los Lakers estaban en problemas, y más específicamente, lo mismo sucedía con Bryant.

La derrota ante Portland parecía ser especialmente preocupante: los playoffs estaban a seis días de comenzar y Bryant había estado fuera en los dos juegos anteriores con el fin de mejorar tras sus lesiones. En lugar de eso, pareció como si tuviese una recaída, necesitando 23 tiros para anotar 20 puntos y logrando tan poca elevación que Nicolas Batum bloqueó uno de sus tiros sin siquiera saltar.

[+] EnlargeKobe Bryant
Andrew D. Bernstein/Getty ImagesUn poco de descanso ha hecho maravillas en el juego de Kobe.

Sin embargo, todo esto cambió una vez que Bryant tuvo tiempo de descansar.

Se quedó fuera en los dos últimos juegos de la temporada regular, y tuvo otros dos días extra de descanso antes del comienzo de los playoffs … y luego, en la primera ronda, jugó solamente una vez en cinco días entre los partidos 4 y 6. En general, jugó solamente 5 juegos en 18 días. Como tuvo una semana de descanso antes del partido ante Portland, esto sumó apenas seis partidos en casi un mes.

Esto trajo un costo: los Lakers tuvieron que abandonar la carrera por la ventaja de local en las potenciales finales ante Orlando, y si Boston no hubiese renacido de entre las cenizas en los playoffs el costo hubiese sido peor. A diferencia de eso, ese tema ha pasado a tercer plano.

Y por otra parte, los beneficios han sido enormes. Esa vez, junto con una extracción de fluidos en su rodilla en un punto no divulgado durante ese período, aparentemente le permitieron a Bryant hacer desaparecer mágicamente sus dolencias físicas.

Como resultado de esto, él está en medio de un sorprendente giro en su juego. Luego de lucir tan débil a comienzos de abril, Bryant estaba haciendo su mejor impresión de Michael Jordan para fines de mayo. Phoenix era un oponente fuerte en las finales de conferencia, pero Bryant simplemente aplastó a los Suns con una actuación de primer nivel: 33.7 puntos, 8.3 asistencias, 7.2 rebotes y una explosión de tiros en salto realmente increíbles hacia el final del sexto juego en Phoenix.

Su actuación ante Phoenix continuó lo que ha sido una dominante racha de 11 juegos, que siguió a la racha de partidos livianos de 18 días que le permitió recuperarse luego del juego de Portland.

¿Qué tan dominante? Consideren esto: Hasta Kobe mismo casi no ha jugado en este nivel. Anotó al menos 30 puntos en 10 de sus 11 últimos juegos, algo que no ha hecho en temporada regular o playoffs desde enero de 2006.

Más generalmente, si me permiten el lujo de elegir con cuidado en la racha de 11 partidos comenzando con el sexto juego de la serie ante Oklahoma City, esta es la mejor manera en que ha jugado en los playoffs, lo midan como quieran medirlo. El promedio de anotaciones más alto, la mejor eficiencia como jugador, el mejor porcentaje de tiros, la mayor cantidad de asistencias, la mejor eficacia en triples … luego de todos esos estándares, esta racha de 11 juegos supera todas las demás actuaciones de Bryant en postemporada.

En particular, exactamente lo que parecía estar faltándole en su juego en abril, la elevación de su salto en tiros de media distancia, ahora se ha transformado en algo extraordinario. En la serie ante Phoenix, los Suns usaron a defensores grandes como (Grant Hill y Jared Dudley) y dobles marcas para quitarle fuerza al juego de Bryant en el poste, y fueron muy efectivos en esto.

Pero no importó porque Bryant simplemente siguió lanzando tiros en salto largos después de su dribble. Normalmente, forzar un tiro así es una gran victoria para la defensa, pero Bryant encestó un increíble 58.0 por ciento de sus dobles largos ante Phoenix (agradecemos a TrueHoop Network y su área pintada por el dato); usualmente los jugadores encestan cerca del 30 desde este rango. Además, la amenaza de su tiro en salto fue lo suficientemente fuerte como para atraer varias faltas en tiros falsos.

Bryant tuvo el resto de su juego funcionando a la perfección en todos los otros aspectos: jugó una dura defensa, encontró compañeros abiertos en la zona, se estrelló contra los tableros, y llegó a encestar triples luego de pases difíciles, que nunca ha sido una de sus mayores fortalezas. Como resultado de esto, la ofensiva de los Lakers que estaba apenas en un 11er puesto en temporada regular en eficiencia ofensiva quedó segundo detrás de Phoenix en esa categoría en los playoffs.

¿Qué implicancias tiene esto para las finales? Uno podría decir que la ley de promedios le llegará a Bryant en esos tiros en salto de media distancia y que muchos de ellos quedarán en el aro ante Boston. De ser así, serían malas noticias para los Lakers, porque los Celtics (tal como lo vimos en la final del 2008) no le darán muchos espacios en sus arremetidas al aro.

Además, está la posibilidad de que esas lesiones vuelvan a molestarlo en algún punto durante la final. En particular, drenar la rodilla es una solución a corto plazo que probablemente no provea resultados duraderos.

Sin embargo, la conclusión más segura es que él va a tener las manos ocupadas durante las próximas dos semanas también. A pesar de que estará presionado para lanzar mucho ante una defensiva tan dura como la de los Celtics, no tendrá que hacerlo, porque Boston no va a estar calentando el tablero de anotaciones como los Suns lo hicieran.

Más aún, este calendario de postemporada más benévolo probablemente ha beneficiado más a Los Ángeles que a cualquier otro equipo, con Bryant capaz de recuperarse bien y Andrew Bynum manteniéndose más o menos derecho, y las finales son mucho más extremas. L.A. tiene cuatro días libres antes del primer juego, y luego otros dos días más para lamerse las heridas después de eso. En general, los Lakers jugarán solamente una vez durante el transcurso de una semana y no se irán de la ciudad durante 10 días.

En otras palabras, todos los temas que tanto nos preocupaban sobre las posibilidades de L.A. a comienzos de abril seguramente no serán de ninguna importancia en esta serie. Y si Bryant puede lanzar con algo de la misma brillantez que mostró en los últimos 11 juegos, esa combinación debería ser suficiente como para permitir que Los Ángeles defienda su título. Tal como los Celtics lo hicieron en el Este, todo esto fue muy fácil de predecir en noviembre y diciembre … y extremadamente difícil de imaginar en los cuatro meses posteriores.

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