Saturday, June 5, 2010

El mejor Laker de la historia


Así que ahora Kobe Bryant llega al Tercer Acto, la escena clave, John McClane vs. Hans Gruber, el perdedor muere duro.

No basta que Bryant haya incendiado canastas en estos playoffs. No basta que haya acertado tiros desde huecos de ascensores, edificios en llamas y turbulentos helicópteros. No basta que su último cuarto del Juego 6 de las Finales de la Conferencia Oeste fuera el Thriller de su carrera, con los movimientos más fantásticos que haya visto en mi vida, Michael Jordan y Michael Jackson inclusive.

Ha llegado a una instancia de vida o muerte, el momento de su vida, su oportunidad para entrar en el Louvre, cantar en Carnegie, minar el diamante Hope. No es nada más ni nada menos que una final Celtics-Lakers. Él ya estuvo aquí antes, una vez, hace dos años, y terminó más chato que una cerveza abandonada. A los Lakers les bajaron los pantalones delante de toda la escuela. Así que no sólo hay un título en juego, sino también su legado. Éste es el gran momento de Kobe, su respuesta final, su Rubicón.

Sí, ha ganado cuatro anillos, dos títulos de anotaciones, un JMV en temporada regular, un JMV en las Finales, y tiene más poder y dinero que todos los Bush juntos. Ha dejado estadios completos jadeando, ha tenido rachas que ni siquiera Jordan podría haber imaginado, ha jugado a un nivel tan absurdamente alto que a veces parecía un hombre haciendo el pino en un 747. Pero nunca ha tomado un anillo de los odiados Celtics, y hasta que lo haga, seguirá siendo un asunto pendiente. En comparación con los Celtics, Orlando es apenas "KC and The Sunshine Band". Hasta que no derrote a los Celtics, Kobe Bryant no podrá ser lo que podría llegar a ser: El Mejor Laker de la Historia.

El Mejor Laker de la Historia es un objeto religioso en el básquetbol. Para muchos, El Mejor Laker del Momento a menudo ha sido el mismo que El Mejor Jugador del Momento: Mikan en los años 50. West en los años 60. Kareem en los años 70. Magic en los años 80. Shaq en los años 90. Kobe en el 00. ¿Pero ser El Mejor Laker de la Historia? Es como decir el Hilton más rico, el Roosevelt más brillante, el Wallenda más valiente. Nadie sabe esto mejor que el mismo Bryant. Estudia la historia de los Lakers con el mismo detenimiento que un gordo estudia el menú. Conoce el puntal de Elgin Baylor, el tiro en salto de Jerry West, los cristales de George Mikan. Conoce a los Lakers tan bien como conoce los puntitos de una pelota de básquetbol. Ha sido un fan de los Lakers desde que puede recordar, desde que era niño en Italia, saltando de la cama por la mañana para ver el video que su madre le había grabado de las Finales Celtics-Lakers la noche anterior.

"Siempre apoyé a los Lakers", reflexionó por correo electrónico esta semana. "Me encantaba su juego pero también adoraba a [Larry] Bird".

¿Por qué el hijo de un Sixer es fanático de los Lakers?

"No estoy seguro del porqué. Creo que Magic fue el primero que vi cuando la NBA comenzó a ser un deporte global".

Entonces, ¿a quién iba a elegir como el más grande de los Lakers? Sólo hay una respuesta correcta, pero tenía curiosidad.

¿Kareem? ¿El gran atleta más subestimado en la historia estadounidense? ¿El máximo anotador de la NBA de todos los tiempos, el ganador de seis anillos, el seis veces JMV, con 19 participaciones en el Juego de las Estrellas y, oh sí, el mejor jugador universitario de todos los tiempos? ¿El hombre cuya habilidad que denotaba que jugaba sin esfuerzo ocultó lo difícil que fueron algunas cosas y condenó su popularidad? ¿El gigante cuyo ingenioso y exquisito tiro en gancho al cielo ha sido olvidado en una época en la que el mejor hombre grande de la liga, Dwight Howard, no tiene un solo movimiento ofensivo discernible que lo caracterice?

¿Jerry West? ¿El salvaje? ¿El nervioso Mozart-en-shorts apretados con su distinguido tiro en salto? ¿El escolta que flotaba en el aire como un niño haciendo el truco de la cuerda india? ¿El jugador que siempre sumaba seis puntos antes de salir y cuyos números de carrera en los playoffs ni siquiera Kobe ha equiparado y probablemente nunca lo hará?

No había posibilidad de que eligiera a Shaq. Por un lado, se llevaban como la NRA y la NPR. Por otra parte, ningún fanático verdadero de los Lakers se quedaría con un hombre que no jugó la mayor parte de su carrera con la casaca la púrpura y dorada. Tampoco se quedaría con Baylor, quien sumó más rebotes que el muchacho en las instalaciones de prueba del tablero. Tampoco Mikan, incluso con sus cinco anillos, todos ellos con los Lakers, sí, salvo los de Minneapolis.

¿O acaso podría elegirse a sí mismo y a sus cuatro anillos y sorprendentes habilidades que, a los 31, sólo parecen estar mejorando? ¿Podía elegir al hombre que ha estado en medio de una racha como ningún otro Laker, anotando 30 puntos o más en diez de sus últimos 11 partidos de playoffs, convirtiendo tiros en salto con dos y tres hombres tapándolo, con conversiones que superaron a un Steve Nash llamado "en mejor jugador lanzando al aro"? ¿Podría elegirse a sí mismo por la forma en que ha jugado lesionado cuando otros hubiesen dejado el partido cojeando? ¿Por hacerse cargo de los Lakers sin Shaq y llevarlos a la final cuando tantos dijeron que no iba a poder hacerlo?

No.

"Yo diría que Jerry", escribió Kobe. "[Por] su carrera como jugador, obviamente, pero también como el gerente general de los Lakers durante 14 temporadas que fue responsable de traer a Magic aquí y sumarlo a Kareem, así como de incorporar a un jugador de 17 años que era un matón. Así que para mí Él es el Hombre de Oro".

Respuesta incorrecta, por supuesto. La respuesta correcta es Magic Johnson. Es Magic no porque haya ganado cinco anillos de la NBA en la década de 1980, cuando ganar un anillo de la NBA implicaba vencer a personas llamadas Bird e Isiah y Dr. J, y no gente llamada Kevin Duckworth. No porque, desde el día en que apareció en una camiseta de los Lakers, galvanizara a hombres casi el doble de su edad, tomara lo mejor de ellos, pasara el balón a través de orificios, rebotara como un clarividente, y liderara con cada onza de ese desgarbado, imparable cuerpo.

No, la respuesta es Magic porque antes de Magic, los Lakers nunca habían vencido a los Celtics. Ni siquiera en ocho intentos consecutivos. Antes de Magic, los Celtics eran Mr. Hand y los Lakers Mr Bill. Es fácil olvidar ahora que cuando el Magic apareció con todos esos dientes y ese dribbling de palma plana y esas falsificaciones de David Copperfield, los Lakers tenían un título de la NBA. Y necesitaban importar a Wilt Chamberlain para hacer eso. Magic cambió la cultura de los Lakers y de la ciudad, los catapultó por sobre los Dodgers, colgó banderas en las ventanas de los Chevys y los Lexus por igual. Magic hizo todo eso porque venció a los Celtics y Kobe nunca lo logró.

¿Acaso el quinto anillo, empatándolo con Magic, y colgando un cuero cabelludo Celtic en su cinturón, significa más para él que para los otros cuatro?

"No," escribió Kobe. "Sólo quiero conseguir la mayor cantidad que pueda en el tiempo que pueda. Aprecio estos días más. El final está mucho más cerca que el principio".

Es lo que hay que decir y yo no lo creo por un segundo.

Kobe sabe que este es su primer plano. Si es capaz de vencer a los Celtics, redimir la situación del '08, entonces todo cambia. Se vuelve igual que Magic en muchos aspectos. Gánale a los Celtics y la paz y la satisfacción prevalecerá en California del Sur. Gana este y el hijo de un Sixer será el Mejor Laker de todos los tiempos, y el final puede venir cuando quiera.

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