Monday, December 10, 2007

Recomendaciones para compras seguras utilizando Internet estas Navidades


Cada día, los timos, estafas y ataques fraudulentos (phishing) son más habituales, sofisticados y difíciles de identificar permitiendo a los atacantes robar información confidencial de los usuarios. Una práctica habitual es el envío de correos electrónicos que reproducen con todo lujo de detalles la imagen corporativa de fuentes fiables como las entidades bancarias. A veces, la dirección de una web fraudulenta parece correcta, pero realmente contiene errores ortográficos en el nombre de la empresa o enlaces ocultos que conducen a páginas maliciosas.

Lo vi en trespasitos.com* Una empresa nunca debe preguntar a sus clientes por sus contraseñas, números de seguridad social, números de cuenta bancaria o cualquier otro dato sensible a través de servicios de correo electrónico.
* Si recibes un correo de tu banco o de cualquier otra compañía pidiéndote pinchar cierto enlace para verificar cualquier información, nunca lo hagas. La opción correcta sería abrir una nueva ventana en el navegador y acceder a la página directamente.

Mantente actualizado

Si tu navegador no se actualiza regularmente, serás más vulnerable a los ataques. Cuando se descubren vulnerabilidades, los responsables del software en cuestión deberán corregir el fallo descubierto, pues desafortunadamente, si tu software no está al día, seguirás expuesto a situaciones de riesgo. Hoy en día la mayoría de los programas buscan nuevas actualizaciones de forma automática pero podrás verificar si tu navegador está actualizado manualmente. En el caso del navegador Firefox, pincha en Ayuda y dentro del menú en buscar actualizaciones.

En Windows e Internet Explorer, usa el Microsoft Update para revisar si existen nuevos parches de seguridad. Visita http://www.update.microsoft.com para descargar las últimas actualizaciones de seguridad. En el caso de Macintosh pincha en la manzana de Apple y busca en el menú desplegable la opción Actualización de software.



Usa la tarjeta de crédito
Muchas compañías especializadas en tarjetas de crédito protegen a sus clientes de posibles fraudes de numerosas maneras. Realizar todas tus compras on line con tarjeta de crédito, no sólo es la forma más sencilla de comprar sino que además si se produce algún incidente, los daños serán menores. Por ejemplo, si tienes que congelar tu tarjeta de crédito mientras resuelves un incidente, será menos problemático de lo que sería si tuvieras que congelar toda tu cuenta bancaria por un caso de fraude en una tarjeta de débito.

También es importante conocer la política de fraudes por la que se rige la compañía de tu tarjeta de crédito. Muchas de ellas disponen de un tiempo limitado para comunicar los cargos fraudulentos en la cuenta.
Mantente alerta

Revisa los extractos de tu cuenta con regularidad para poder identificar con rapidez cargos fraudulentos. No ignores los pequeños importes, en un principio puedes pensar que se trata de errores. Ésta es una práctica habitual de los agresores que suelen realizar pequeños cargos en las cuentas para verificar que la tarjeta de crédito está en uso antes de llevar a cabo cargos mucho más grandes.
Busca la S

Un truco muy simple que puede ayudarte a proteger tu información personal es asegurarte de que la página donde estamos comprando es segura. Si la dirección web (URL) comienza con HTTPS en vez de HTTP significa que es una conexión segura. Sin embargo esto no nos asegura que el vendedor de la misma sea de confianza.
Permanece en zonas bien iluminadas

Del mismo modo que solemos elegir zonas seguras por la noche, deberíamos comprar en sitios en los que confiamos si vamos a entregar nuestra información confidencial. Asegúrate de saber a quien estás entregando tu información personal y usa vendedores que tengan una reputación contrastada

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