Thursday, December 13, 2007

La bachata mantiene rechazo en determinados círculos de RD


Listín Diario señala que a diferencia del merengue, la bachata ni sus intérpretes han traspasado las fronteras de la clase alta del país


A pesar del extraordinario avance de la bachata en la última década, aún persiste la discriminación contra el ritmo en determinados círculos sociales dominicanos, publicó el miércoles el periódico Listín Diario. Entre los que opinan, Dioni Fernández sostuvo que esas personas no se sienten identificados "porque no es su cultura ni su idioma".

Hay gente que trabaja con el ritmo que confiesa que los bachateros aún no amenizan, bodas, cumpleaños, ni mucho menos ha entrado a lugares como bares, cafés o clubes, señala el reportaje escrito por Ynmaculada Cruz Hierro.

Ramón Lluberes, mánager de Elvis Martínez (El Camarón) ve con escepticismo este planteamiento, pues dice que la experiencia le ha demostrado que en los cumpleaños de quinceañeras el merengue está presente porque le gusta a los padres de las niñas. “Porque si fuera por ellas se tocara otro tipo de música”.

Lluberes está seguro que el grupo Aventura y Elvis Martínez no han sufrido en ningún tipo de discriminación, y esas barreras han sido pruebas superadas,por ser éstos intérpretes de bachata que tienen en su target a un público juvenil.

Héctor Acosta, merenguero que ha logrado pegar varios éxitos en bachata fue enfático, y asegura que la bachata sí traspasó la frontera, y es consumida en todas las clases sociales del país.

Héctor entiende que ya no existe discriminación con el ritmo en el país, “porque agrupaciones como Aventura, Frank Reyes o Zacarías Ferreiras, sí tocan para la clase alta del país”, aseguró el Torito. Empero sí reconoció que no todos los bachateros lo han logrado Discriminación El periodista Joseph Cáceres,quien ha estudiado el género desde sus inicios, revela que aún existe discriminación con el género del amargue, de igual manera lo hizo saber el merenguero Dioni Fernández, conocedor del movimiento de la música dominicana.

Que la bachata no haya penetrado a ciertos lugares, Cáceres entiende que sigue siendo parte de una actitud discriminatoria y de estigma tanto al género como a sus intérpretes. “Es cierto que hay lugares de consumo de bebidas alcohólicas que te pone todo tipo de música, pero nunca colocan una bachata”, asegura el periodista.

El merenguero Dioni Fernández, muy cauto, al opinar está consciente de la situación, aunque no interpreta el género, también asegura que la bachata no es consumida en ciertos sectores sociales porque no es su cultura ni su idioma.

“Sucede que la bachata no representa a esta clase social, ni sus intérpretes, ni la música como tal, ni las letras, y no es que la gente de apellido de este país no tengan problemas amorosos, simplemente no escuchan bachata para amargarse como lo hace el pueblo, obviamente manifiestan su sufrimiento de otras maneras.

Generalmente los intérpretes del género del amargue son de origen de estratos sociales pobres, y quizás, por esa razón muchos se le haga difícil conquistar este público y no sean aceptado en esa alta esfera social.

“Sí ahí también entra la discriminación. Creo que esto tiene mucho que ver porque estamos hablando de artistas que quizás no tengan los mismos códigos de comunicación y no me refiero a las letras de sus temas, sino a como se expresan, como se visten, lo que vende, eso también tiene mucho que ver”, explicó Cáceres.

Dioni Fernández cree que muchos bachateros no saben administrar su imagen, y se presentan en lugares que no le suman a su carrera. Para Héctor esta discriminación no existe, aunque por sus planteamientos, existe a medias. “Sí hay un grupo selectos de bachateros como Frank Reyes, Zacarías Ferreiras, Joe Veras, y Yoskar Sarante que han entrado a esa clase social.

Creo que no todos los intérpretes lo han logrado, pero un grupo selecto sí”, expresó El Torito. Los escenarios Antes de que la bachata conquistara a las estaciones de radio que difunden música tropical, su difusión era limitada. Sólo algunas emisoras la colocaban, y la gente la consumía a través de cassettes o cd.

Para bailarla el escenario por excelencia, aún siguen siendo los cars wash y las discotecas, aún los bachateros no se presentan en los cafés, como también lo han hecho los merengueros. Lluberes aclara, “hay gente que le gusta la bachata, y la escucha a escondidas. Uno no la ve ni en los cars wahs, ni en las discotecas, pero las escuchan a escondidas, y eso yo lo he visto”.

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