¿Cuántos años quiere vivir?

La posibilidad de tener una vida larga es el sueño de todo ser humano. ¿Quién no quiere gozar la vida con un retiro largo y relajado después de haber trabajado durante 30 o 40 años?
Pareja mayor

Los seres humanos estamos viviendo cada vez más años con una buena calidad de vida.

Pero unido a este "privilegio" van enormes desafíos, porque una larga vida no significa necesariamente una larga vida sana.

Con el aumento de la longevidad se ha incrementado también la incidencia de enfermedades degenerativas u otros trastornos relacionados con la edad.

Los pesimistas dicen que el incremento en la longevidad significará que ahora pasaremos muchos más años combatiendo varias enfermedades. ¿Es esto lo que nos depara en el futuro? ¿O podrá la ciencia -la medicina y la genética- avanzar a la par de las expectativas de vida del ser humano?

"Se trata de un asunto de calidad de vida", dijo a BBC Ciencia la doctora Gail Wilson, investigadora de políticas sociales de la Escuela de Economía de Londres.

"Si padecemos una enfermedad, ¿queremos que se nos mantenga vivos aunque no mejore nuestra calidad de vida?

"Quizás llegará el momento en que la gente podrá decidir que no desea vivir más con una mala calidad de vida", señala la investigadora.
Contra los genes "malos"

Los expertos afirman, sin embargo, que hoy en día, el envejecimiento no necesariamente significa que la persona sea frágil o enfermiza.
Vivimos más que nunca

Los estudios revelan que en los países de medianos y altos ingresos el segmento de la población que está creciendo más rápido es el de las personas mayores de 85 años.

* En el año 2000 vivían en el mundo 600 millones de personas de 60 años o más.
* En el 2025 habrá 1.200 millones y para el 2050 habrá 2.000 millones de adultos mayores viviendo en el mundo.
* De éstos, unos 190 millones vivirán en los países de América Latina.

Fuente: Organización Mundial de la Salud

Varios estudios recientes sobre los factores que influyen en la longevidad concuerdan en que el 35% de ésta está determinada por los genes, sobre los cuales la persona no tiene control.

Pero el otro 65% -que corresponde a los factores medioambientales- puede modificarse.

Hoy vivimos más gracias a décadas de prevención y educación, al conocimiento de una dieta sana, el control de la hipertensión, el colesterol, y los beneficios del ejercicio.

Y al mismo tiempo los científicos están buscando formas de extender los años de vida sana manipulando a los genes "malos".

La doctora Susana Balcells, del Departamento de Genética de la Universidad de Barcelona, ha estado investigando si existe algún gen específico que contribuya a la longevidad del ser humano.

La científica estudió en 2008 la formación genética de una familia de centenarios en España que gozaban de buena salud física y mental.

Tal como explicó a BBC Ciencia "no encontramos ninguna mutación ni nada que fuera espectacular o que, como genetistas, pudiéramos señalar como responsable de esa vida larga".

Y aunque no haya un gen particular que pueda identificarse como el gen de la vida larga, los estudios han demostrado que hay muchos genes "malos" que se sabe aumentan el riesgo de cáncer, Alzheimer, diabetes y otras enfermedades debilitantes e incurables.
La clave de una buena vida larga

Creo que nos depara un futuro muy promisorio. Porque estamos apostando a la genética y a la industria farmacéutica para que puedan fabricarse moléculas cada vez más efectivas

Dr. Roberto Ventura

De la misma forma, hay genes "buenos" responsables de que haya personas que nunca sufran hipertensión, ni diabetes, ni alto colesterol o baja densidad ósea.

La investigadora cree que la clave de una buena vida larga, debe estar en una combinación de "buenos" genes y el uso que hacemos de ellos en el medio ambiente en que vivimos.

"A la gente a veces le cuesta trabajo entender que podemos tener buenos genes, pero éstos dependerán del ambiente en que los hacemos jugar", afirma la genetista.

"Así que sin duda esta familia de centenarios goza de una buena genética y claramente han vivido en un lugar ideal para sacar el mejor provecho de esos genes", agrega Susana Balcells.

Pero uno de los panoramas más desoladores del ser humano es tener genes "malos" que incrementen el riesgo de desarrollar en la vejez enfermedades tan devastadoras como el Alzheimer.

¿Podrá la ciencia algún día evitar ese riesgo o incluso curar estos males?
¿Qué hacemos con el envejecimiento?

"Hoy las enfermedades degenerativas son una realidad y todavía no se ha podido ni detener el proceso ni prevenir la aparición de la enfermedad", dijo a BBC Ciencia el neurólogo Roberto Ventura, autor del libro "400 respuestas a 400 preguntas sobre demencia".

"Pero hemos avanzado mucho en la comprensión de los mecanismos biológicos que desencadenan estos trastornos y estoy seguro que más adelante se va a poder llegar a frenar el curso de la demencia".
Fármacos

Cada vez hay mejores fármacos para mejorar y detener las enfermedades degenerativas.

"E incluso se podrá prevenir cuando se conozcan todos los factores genéticos de la enfermedad", dice el experto.

Pero mientras llega ese momento, agrega el doctor Ventura, la única forma de tener una buena vida longeva es estableciendo mejores estrategias sociofamiliares.

La medicina está avanzando a pasos agigantados y cada vez hay fármacos más efectivos para mejorar y detener muchas enfermedades e incrementar la calidad de vida.

"Yo creo que nos depara un futuro muy promisorio", dice el doctor Ventura.

"Porque estamos apostando a la genética y a la industria farmacéutica para que puedan fabricarse moléculas cada vez más efectivas", agrega.

"Pero el otro gran desafío -dice- es que si logramos prolongar la vida, ¿qué hacemos con ese envejecimiento natural de la gente?

Según el experto, sí es posible tener un envejecimiento normal con una calidad de vida altamente disfrutable, pero tenemos que prepararnos para ello.

"Siempre recomendamos hacer ejecicio, físico y mental, pero no basta con eso.

"Hay que estar motivados para seguir conectados con la familia, con amigos, con diferentes actividades y descubrir cuáles son las actividades que nos interesan para seguir desarrollándolas", expresa el neurólogo.

"Y esto requiere no perder nunca la motivación a estar enganchados con la vida".