Thursday, September 6, 2007

New York Times: Los dominicanos cantan sobre su metro

Traducido en parte por Cisco,Ivan Fernandez, Cesar Segura, y a Ruben Francisco

SANTO DOMINGO, Republica Dominicana, 1ero de Sept.
Los dominicanos cantan sobre su metro. Estan discutiendo por el. No hay ninguno en sitio aún, ni mencionar rieles o paradas, y el Metro de Santo Domingo rapidamente casi se ha convertido en un tema tan caliente como el futuro del equipo favorito de los Dominicanos de pelota, los Yankees de New York.

Por ahora, el metro es solamente un hoyo en la tierra, una montaña de concreto, tramos de tuneles donde obreros estan corriendo para lograr la meta del Presidente Leonel Fernandez de principios del proximo año, a tiempo para las elecciones presidenciales en Mayo donde espera ganar un nuevo periodo. Mientras tanto, el debato de la necesidad del proyecto – desde letras de canciones hasta argumentos y conversaciones sobre botellas de cerveza Presidente – es tan intenso como el movimiento de tierra, la soldadura y el picoteo soterrado.

Solo el segundo sistema soterrado en el Caribe – el primero se encuentra en San Juan, Puerto Rico – el Metro de Santo Domingo es, para algunos, una muestra monstruosa del mal juicio, un elefante blanco sobre rieles. Para otros es una solucion pensada en el futuro, para el serio problema del congestionamiento de trafico en la capital.

Santo Domingo, cuya población es dos millones de habitantes y creciendo, esta a punto de romper las costuras. Sus vias transitables estan entaponadas con autobuses, carros privados, bicicletas y “conchos”, donde pasajeros se aprietan como sardinas con extraños. Solo falta agregarle una que otra carroza para un tremendo tapón.

“Paso gran parte de mi vida en tapones”, dijo Santo Castillo, 27, quien estaba detras del guia de un taxi el otro dia, respirando humo y viendo peatones pasandole caminando. “Con este metro, vamos a estar al nivel del mundo. Somos pobre, pero tendremos un Metro, igual que New York.”

Aun sin el Metro, hay grandes amarres entre Santo Domingo y New York, hogar para unos 550,000 dominicanos, quienes suben la economia del pais con los mil millones de dolares que mandan a su pais anualmente. El Sr. Fernandez, de hecho, paso su juventud en Manhattan, casualmente montandose en los trenes. Ahora el ve un Metro Dominicano como una manera de modernizar su pais y controlar los problemas del trafico.

El tambien lo considera, asistentes dicen, como parte de su campaña de controlar la emigracion de sus compatriotas, aunque el 57 porciento de los Dominicanos muestreados dijeron que quisieran irse del pais.

“Leonel paso una parte importante de su vida en New York, y el entiende los beneficios de un Metro”, dijo Leonel Carrasco, Sub-Director del proyecto del Metro, hablando del Presidente.

El estimado inicial de $470 millones de dolares ha explotado a casi $700 millones de dolares. Algunos sospechan que terminara costando aún mucho mas. En un país donde pobreza, encojonantes fallas electricas e indicadores sociales poco por debajo de esos de Sri Lanka, aquellos opuestos dicen que hay muchas otras cosas que el país pudo haber hecho con ese dinero.

“Es el Metro una prioridad mayor que la educación, o la salud o luchar la pobreza?” dijo Hamlet Hermann, el Ministro de Transporte del primer gobierno del Sr. Fernandez y ahora un critico fuerte de este proyecto. “Eso es lo que pregunto.”

El proyecto, anunciado en el 2004, pide nueve millas de rieles y 16 paradas, 10 de ellas soterradas. El Metro correra desde la parte Norte de la ciudad, cruzara el Rio Isabela, hacia el centro de la ciudad y bajará cerca de la costa. Mas líneas están planeadas para los próximos años.

El Metro, ya, esta apareciendo en canciones. Algunos de los que lo debaten durante el dia agarran una pareja y lo bailan de noche.

“Metro, Metro, Metro, Metro, Metro, Metro,” dice Julián Oro Duro una y otra vez al ritmo de un merengue en su musica a la que el llama “La Obcesion de Leonel”.

En otra cancion, La Krema, un grupo de rap, hace una lista de los problemas del país mientras el coro dice sarcasticamente detras, “Pero ahora tenemos un Metro.”

El Metro no es el primer proyecto que atrae criticas aqui. Algunos ya lo estan comparando con la gigantesca cruz de 10 niveles hecha en el 1992 en honor a Cristobal Colon.

Esa construccion atrajo muchas protestas mientras Dominicanos, en una crisis economica en el momento, denunciaron un precio de unos $100 millones. Cuando levantaron un muro alrededor del monumento, fue llamado el “muro de la verguenza” por los locales, quienes lo llamaron una mala manera del gobierno tratar de esconderle a los turistas y visitantes las malas condiciones de vida en los barrios del alrededor.

El gobierno prende las luces gigantescas del monumento, que proyectan una gigantesca cruz en el cielo, solo en ocasiones especiales, porque las personas de la zona lo ven como una burla considerando que sus luces estan frequentemente apagadas.

Aún así, la oposición que encontró el monumento ha desaparecido, y oficialistas esperan que lo mismo pase con el Metro.

“Nadie queria la Torre Eiffel, y ahora es el simbolo de Paris,” dijo Andy Mieses, director del monumento y apoyador del Metro. “Hoy protestamos y mañana celebramos. Así son las cosas.”

Una elaborada ceremonia que el Sr. Fernandez tuvo en el Palacio Nacional los otros días no tenía nada que ver con el Metro. El tema era la inauguración de un Plan de Seguro de Salud.

Pero el Metro se encuentra escondido en casi todo estos días.

Monseñor Aripino Núñez Collado, un líder religioso activo en asuntos cívicos quien habló en el evento, pidió disculpas a los cientos de invitados reunidos por llegar una hora tarde al evento. Dijo haber estado en un “tapón” tan malo que el Vice-Presidente tuvo que mandar oficiales en motores para que lo pudieran sacar y llevarlo hasta el Palacio. Que mejor patrocinio para el proyecto de un Metro que ese?

Pero mientras el líder religioso hablaba, las luces del Palacio Nacional brevemente se apagaron, un recuerdo de los apagones que son una parte de la vida cotidiana en Santo Domingo. Como puede un país que no puede mantener sus luces encendidas mantener un Metro corriendo a tiempo, preguntan críticos.

De hecho, los ingenieros tienen una respuesta para esa pregunta. El proyecto incluye una generadora de electricidad independiente para asegurar que el tiempo ahorrado evitando los “tapones” sobre tierra no sea mal gastado sentados en la oscuridad debajo de ella.


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