¿Cómo se da un masaje en la cabeza?
.Cuéntanos: ¿Alguna vez te han dado un masaje en la cabeza?
El cuero cabelludo es la zona que más recuerda nuestro pasado de primates, cuando teníamos toda la piel cubierta de pelo, y cuando el principal ritual erótico consistía en pequeños tironcillos de los pelos, como aun siguen haciendo nuestros primos más próximos. La raíz del pelo consta de dos tipos de sensores: los que responden a la temperatura y hacen que los pelos se ericen cuando hace frío y los que conectan con la expresión de las emociones hacen que la raíz del pelo responda a ellas.
Además el cuero cabelludo tiene su propios sensores como cualquier zona del resto de la piel. Todos sabemos la deliciosa sensación de relajación que provoca el cepillado del pelo o recordamos la escena de un erotismo evidente del lavado de cabeza en Memorias de África. Su intenso contenido sexual esta presente en todas las culturas desde el Renacimiento con el depilado sistemático de todos los cabellos "eróticos" a favor del mal llamado "amor platónico" hasta los complicados peinados y pelucas que han presidido todas las épocas y que han servido para remarcar el dimorfismo y el atractivo sexuales.
Tanto cristianos como judíos, hindúes, sijs o musulmanes hasta hace muy poco obligaban y algunas comunidades siguen haciéndolo a las mujeres y a los hombres a llevar la cabeza y el pelo tapados para no despertar los deseos eróticos de los demás y de laguna manera tienen razón porque en la cabeza reside uno de los mayores tesoros eróticos de nuestro cuerpo.
No se necesitan aceites
Para este masaje no es necesario aceite ninguno, pero sí conviene que coloques alguna vela o palito de olor con esencia de rosas, esta flor siempre ha sido considerada como símbolo del amor carnal, y su olor contiene casi tantas feromonas como el olor sexual que emanan nuestros genitales.
Como siempre es conveniente que el ambiente este caldeado y que ambos estéis desnudos. La postura ideal es que el que va a dar el masaje esté sentado en un sofá o sillón y el que va a recibir el masaje en el suelo con la espalda apoyada sobre las piernas del masajista. Necesitas un cepillo de pelo de cerdas suaves y un peine de pues grandes y espaciadas, y si te atreves compra en un sex-shop un aparato que venden para golpear ligeramente el cuero cabelludo. Busca una música sexy y adelante.
Empieza el masaje
Toma primero el peine y pídele a tu pareja que cierre los ojos, y se coloque lo más cómodamente que pueda, comienza desenredando el pelo hacia abajo desde la frente hacia la nuca, varias veces con suavidad y procurando nos provocar tirones, luego echa los cabellos hacia la cara y pasa el peine a contrapelo para estar seguro que no hay ningún enredo.
Ahora las puntas de los dedos de ambas manos se apoyan verticalmente sobre la frente a la altura de las cejas y llévalos suavemente hacia el borde del pelo y adéntrate en él, recorriéndolo como si estuvieras definiendo los surcos de una tierra de labor. Ahora toma la cabeza con las yermas de los dedos realizando una fricción digital en círculos como si estuvieras lavándole la cabeza con champú, en particular fricciona los pequeños bultos o hendiduras que vayas encontrando y que se suelen localizar a la izquierda y derecha cerca de la parte más alta de la región occipital. Esta manipulación sirve para relajar toda la piel del cráneo eliminando la tensión acumulada por el estrés.
Continúa con este ejercicio hasta que sientas que la cabeza relajadamente se mueve siguiendo el movimiento de tus manos. Tres veces suelen ser suficientes. Ahora toma el cepillo y comienza a cepillar suavemente con un ritmo constante con la presión adecuada, pídele a tu pareja que te indique estos, por lo menos la primera vez, la sensación es extremadamente relajante y ya sólo falta la intención sexual para que llegue a más.
Cuando lo creas conveniente toma el aparato golpeador o el mismo cepillo que estas usando y golpea ligeramente la zona superior de la cabeza entre la frente y la coronilla. Cuentan los orientales que algunas personas pueden llegar al orgasmo sin ninguna otra ayuda sólo con este ejercicio, puede que tú no lo consigas pero lo que está claro es que este masaje es un buen comienzo para un feliz final.
Además el cuero cabelludo tiene su propios sensores como cualquier zona del resto de la piel. Todos sabemos la deliciosa sensación de relajación que provoca el cepillado del pelo o recordamos la escena de un erotismo evidente del lavado de cabeza en Memorias de África. Su intenso contenido sexual esta presente en todas las culturas desde el Renacimiento con el depilado sistemático de todos los cabellos "eróticos" a favor del mal llamado "amor platónico" hasta los complicados peinados y pelucas que han presidido todas las épocas y que han servido para remarcar el dimorfismo y el atractivo sexuales.
Tanto cristianos como judíos, hindúes, sijs o musulmanes hasta hace muy poco obligaban y algunas comunidades siguen haciéndolo a las mujeres y a los hombres a llevar la cabeza y el pelo tapados para no despertar los deseos eróticos de los demás y de laguna manera tienen razón porque en la cabeza reside uno de los mayores tesoros eróticos de nuestro cuerpo.
No se necesitan aceites
Para este masaje no es necesario aceite ninguno, pero sí conviene que coloques alguna vela o palito de olor con esencia de rosas, esta flor siempre ha sido considerada como símbolo del amor carnal, y su olor contiene casi tantas feromonas como el olor sexual que emanan nuestros genitales.
Como siempre es conveniente que el ambiente este caldeado y que ambos estéis desnudos. La postura ideal es que el que va a dar el masaje esté sentado en un sofá o sillón y el que va a recibir el masaje en el suelo con la espalda apoyada sobre las piernas del masajista. Necesitas un cepillo de pelo de cerdas suaves y un peine de pues grandes y espaciadas, y si te atreves compra en un sex-shop un aparato que venden para golpear ligeramente el cuero cabelludo. Busca una música sexy y adelante.
Empieza el masaje
Toma primero el peine y pídele a tu pareja que cierre los ojos, y se coloque lo más cómodamente que pueda, comienza desenredando el pelo hacia abajo desde la frente hacia la nuca, varias veces con suavidad y procurando nos provocar tirones, luego echa los cabellos hacia la cara y pasa el peine a contrapelo para estar seguro que no hay ningún enredo.
Ahora las puntas de los dedos de ambas manos se apoyan verticalmente sobre la frente a la altura de las cejas y llévalos suavemente hacia el borde del pelo y adéntrate en él, recorriéndolo como si estuvieras definiendo los surcos de una tierra de labor. Ahora toma la cabeza con las yermas de los dedos realizando una fricción digital en círculos como si estuvieras lavándole la cabeza con champú, en particular fricciona los pequeños bultos o hendiduras que vayas encontrando y que se suelen localizar a la izquierda y derecha cerca de la parte más alta de la región occipital. Esta manipulación sirve para relajar toda la piel del cráneo eliminando la tensión acumulada por el estrés.
Continúa con este ejercicio hasta que sientas que la cabeza relajadamente se mueve siguiendo el movimiento de tus manos. Tres veces suelen ser suficientes. Ahora toma el cepillo y comienza a cepillar suavemente con un ritmo constante con la presión adecuada, pídele a tu pareja que te indique estos, por lo menos la primera vez, la sensación es extremadamente relajante y ya sólo falta la intención sexual para que llegue a más.
Cuando lo creas conveniente toma el aparato golpeador o el mismo cepillo que estas usando y golpea ligeramente la zona superior de la cabeza entre la frente y la coronilla. Cuentan los orientales que algunas personas pueden llegar al orgasmo sin ninguna otra ayuda sólo con este ejercicio, puede que tú no lo consigas pero lo que está claro es que este masaje es un buen comienzo para un feliz final.
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