Sunday, April 18, 2010

Actividad sísmica del planeta: ¿frecuencia normal?


LOS TERREMOTOS DE HAITÍ, CHILE Y CHINA COBRARON LA VIDA DE MILES DE PERSONAS
Tragedia. El sismo ocurrido en China el pasado 13 de abril produjo más de un millar de vidas.
Haití. El terremoto en Puerto Príncipe, or sus dramáticas consecuencias, concitó la atención del mundo.
Proyecto. Instalaciones del proyecto HAARP en Alaska.
Efectos. El sismo en Chile originó un tsunami que cobró gran cantidad de vidas.

Santo Domingo.- Los fuertes movimientos de la Tierra siguen estremeciendo a la humanidad. El pasado 13 de abril más de un millar de personas quedó sepultado por el sismo que se registro en la provincia de Qinghai, vecina al Tíbet, en China. Según el Instituto de Geofísica de los Estados Unidos, tuvo una magnitud de 7.1 grados.

Poco antes, el 27 de febrero, Chile concitó la atención del mundo tras el terremoto de magnitud 8.8 grados que se registró en horas de la madrugada, cuyo epicentro se ubicó en el mar Chileno, frente a Curanipe y Cobquecura.

Producto del fenómeno, un fuerte tsunami impactó las costas destruyendo varias localidades ya devastadas por el impacto telúrico.

Se estima que el sismo chileno fue 31 veces más fuerte y liberó cerca de 178 veces más energía que el devastador terremoto de Haití, ocurrido el 12 de enero. La energía liberada se equiparó con 100,000 bombas atómicas como la lanzada en Hiroshima en 1945.

Y fue con el terremoto de Haití que el mundo empezó a notar la intensa actividad sísmica del planeta en el 2010. Su epicentro fue localizado a 15 kilómetros de su capital, Puerto Príncipe.

Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, el sismo tuvo una magnitud de 7.0 y se generó a una profundidad de 10 kilómetros. Las víctimas fatales se estimaron en 200,000 y en más de un millón las personas que quedaron sin hogar. Otros terremotos han ocurrido en el primer cuatrimestre del año, entre ellos el del 26 de febrero en Japón, que sacudió las islas Ryukyu, de una intensidad de 7.3 según reporte del Servicio Geológico de Estados Unidos.

El hipocentro estuvo localizado a una profundidad de 22 kilómetros, un poco menos profundo que el de Chile, que ocurrió a 35 kilómetros.

Por su ubicación, en la confluencia de cuatro placas tectónicas, la Norteamericana, la Euroasiática, la Pacífica y la Filipina, Japón es afectado por el 20 por ciento de los terremotos más violentos registrados cada año en el mundo. Debido a que las normas de construcción de los edificios e infraestructuras públicas son muy severas, la mayor parte de los terremotos no ocasiona daños relevantes.

La intensa actividad sísmica durante el lapso de referencia ha hecho que en algunos países localizados en zonas de alto riego se incremente el temor de que en cualquier momento sean víctimas de las fuerzas incontrolables de la naturaleza.

La barba en remojo
República Dominicana está localizada en una región sísmica. En el número más reciente de la revista dominicana Atajo, dirigida por Ramón Narpier, el geólogo y consultor en riesgo sísmico Luis Peña refiere que la sismicidad en el área de las Antillas Mayores se origina en su localización: en el contacto norte de las placas del Caribe y de Norteamérica.

Indica que la placa del Caribe, buscando su acomodamiento, se desplaza hacia el este con relación a la placa de Norteamérica, que se desplaza hacia el oeste. “La velocidad de la placa del Caribe con relación a la de Norteamérica es de 21 – 24 milímetros por año, (dato) obtenido en campañas de medidas geodésicas con el Sistema de Posicionamiento Global (GPS) en estaciones localizadas en República Dominicana, Puerto Rico, Cuba e Isla Turcos. (Dixon, Farina, Dements, Jasma, Mann y Calais, 1998)”.

Explica que el desplazamiento de la placa del Caribe en relación con la de Norteamérica es acomodado por diferentes fallas activas, y cita la Septentrional, la de Enriquillo – Plantain Garden (a la que se le atribuye el pasado sismo en Haití), y las fallas de deformación al sur y norte de la isla.

“La falla Septentrional – Oriente que cruza todo el valle del Cibao, desde Samaná hasta Manzanillo, extendiéndose al oeste, pasando al sur de Cuba por la zona submarina, uniéndose a la Trinchera de Puerto Rico, ha estado almacenando energía por más de 800 años, lo que representa una alta amenaza para todas las ciudades del valle del Cibao y la parte norte de la isla. La liberación de esta cantidad de energía podría generar un sismo de más de 7.5 de magnitud en la escala de Richter”, expone.

Nada anormal
El geofísico español Miguel Herraiz Sarachaga, cuando fue cuestionado por la periodista Mariangela Paone, del periódico El País, sobre la actividad sísmica que se percibe fuera de los parámetros normales, indicó: “Algunos de estos terremotos han ocurrido en zonas muy pobladas o han producido grandes daños y ahora estamos más sensibilizados. Pero desde el punto de vista sismológico no es extraño”, refiere.

Y puntualiza: “En la historia no hay experiencia de largos periodos de tiempo en los que haya habido una actividad sísmica extremadamente alta. La actividad es muy semejante casi todos los años… Cuando en una zona ya afectada no se registra un terremoto en un tiempo apreciable es un aviso de que se está acumulando tensión sísmica. Sabemos el dónde e incluso el tamaño esperable. Pero no podemos predecir el cuándo”.

Otro punto de vista
Cuando ocurrió el sismo en Haití algunos lo atribuyeron a causas no naturales.

El 19 de enero de 2010, el diario El Clarín, de Chile, reseñó un informe de la Flota Rusa del Norte que revela que el sismo de Haití fue el claro resultado de una prueba de la Marina Estadounidense por medio de una de sus armas de terremotos.

“Desde finales de la década de 1970, los Estados Unidos han ‘avanzado enormemente’ el estado de sus armas de terremotos y, según estos informes, ahora emplea dispositivos que usan una tecnología de Pulso, Plasma y Sónico Electromagnético Tesla junto con ‘bombas de ondas de choque’”, reproduce.

Según el referido informe, el sistema experimentado por los Estados Unidos (Proyecto HAARP) permitiría además crear anomalías climatológicas para provocar inundaciones, sequías y huracanes (ver aquí).

Múltiples medios reseñaron la información.

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EL PROYECTO HAARP
HAARP son las siglas de High Frequency Active Auroral Research Program (Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia), cuyas instalaciones están ubicadas en Gakona, Alaska.

Este programa es financiado por la Fuerza Aérea y la Marina de los Estados Unidos, la Defense Advanced Research Projects Agency (DARPA) y la Universidad de Alaska, con el objetivo de estudiar las propiedades de la ionosfera y potenciar los avances tecnológicos que permitan mejorar su capacidad para favorecer las radiocomunicaciones y los sistemas de vigilancia (tales como la detección de misiles).

Las actividades del programa se realizan en la Estación de Investigación de HAARP, situada cerca de Gakona, en Alaska.

El principal dispositivo de la Estación HAARP es el Instrumento de Investigación Ionosférica (IRI, por sus siglas en inglés), un potente radiotransmisor de alta frecuencia que se emplea para modificar las propiedades en una zona limitada de la ionosfera. Los procesos que ocurren en dicha zona son analizados mediante otros instrumentos, tales como radares UHF, VHF y de sondeo digital, y magnetómetros de saturación y de inducción.

La estación HAARP empezó a funcionar en 1993. El IRI actual opera desde el año 2007 y su contratista principal fue BAE Advanced Technologies (centro de tecnología avanzada que proporciona servicios de investigación y desarrollo, consultoría, manufactura y servicios especializados de intermediación en la tecnología de defensa, aeroespacial y los mercados comerciales).

Hasta 2008, HAARP había gastado aproximadamente 250 millones de dólares, financiados con impuestos para su construcción y costos operacionales. Ver aquí.

En la dirección electrónica http://elproyectomatriz.wordpress.com/2008/06/30 se atribuye al Comité del Parlamento Europeo de Política de Relaciones Exteriores, Seguridad y Defensa, que mantuvo audiencias públicas en Bruselas sobre el programa HAARP en febrero de 1998, respondiendo a un informe de la señora Maj Britt Theorin, integrante del Parlamento Europeo por Suecia, haber sometido al Parlamento Europeo una moción para fines de una resolución con los siguientes términos: “Considera al HAARP… en virtud de su profundo impacto sobre el medio ambiente como una inquietud global y apela a que un cuerpo internacional independiente examine sus implicaciones legales, ecológicas y éticas… El Comité lamenta la repetida negativa de la Administración de los Estados Unidos… a prestar evidencia a la audiencia pública sobre los riesgos medioambientales y públicos del programa HAARP”.

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