Friday, April 24, 2009

44 años después de aquel Abril del ‘65


El 24 de abril de 1965, cuando se iniciaron las hostilidades que dieron paso a la guerra civil y posteriormente determinó la segunda intervención militar de los Estados Unidos, mancillando la soberanía nacional, los niveles de pobreza afectaban a amplios núcleos de la población dominicana.

Esa revuelta buscaba restablecer la Constitución mancillada tras el golpe cívico-militar de septiembre de 1963, y abogaba por mejores condiciones de vida para los más depauperados.

Cuarenta y cuatro años después de esa revuelta, que precisamente se cumplen hoy, se mantienen las condiciones de pobreza de la sociedad dominicana; es más, han crecido en proporciones alarmantes, pese a todos los esfuerzos desplegados por las sucesivas autoridades y los distintos sectores sociales.Es indudable que República Dominicana jugó roles estelares en procura de restablecer la Constitución de 1963, mancillada tras el golpe de Estado contra el gobierno de 7 meses de Juan Bosch. Precisamente ahora, con un gobierno encabezado por uno de los discípulos del derrocado Presidente, asistimos a la discusión en el Congreso de una reforma constitucional que persigue transformaciones profundas. Para la inmensa mayoría de la población, la vida transcurría sin mayores novedades, con la cotidianidad tradicional.

Pero esa mansedumbre quedó rota en la ciudad de Santo Domingo la tarde de aquel lejano 24 de abril para dar paso al tableteo de las ametralladoras, al tronar de los cañones, y a la conspiración de guardias y civiles contra el gobierno del Triunvirato.

A partir de entonces, varias generaciones de dominicanos han visto pasar la vida en medio de los avatares habituales: pobreza, insalubridad, hambre, alta tasa de analfabetismo, corrupción administrativa, crímenes políticos, vigencia del narcotráfico, violación de los derechos humanos.

En aquellos tiempos la economía doméstica se manejaba con centavos: una libra de arroz costaba entre 3 y 5 cheles; un plátano 2 centavos; una libra de carne de res 20 y 25 centavos, un pan de agua 2 centavos, un pantalón nuevo se conseguía por 4 y 5 pesos, y los sueldos promedio no pasaban de 30 y 50 pesos por mes.

Hoy día, con un sueldo mínimo de 5 mil pesos, una familia no puede tener acceso a lo indispensable para la subsistencia.

Muchos de los participantes en esa gesta están muertos y otros ya en el epílogo de su existencia.

Caamaño Deñó máxima expresión de aquel acontecimiento, fue muerto 8 años después en las montañas de Ocoa.

Elías Wessin y Wessin se habrá llevado muchos secretos a la tumba. Murió hace una semana a los 84 años.

La herencia inmediata que nos dejó la Gesta de Abril fue el gobierno de fuerza de Joaquín Balaguer, en el que miles de dominicanos perdieron la vida acribillados a tiros, desaparecidos, cárceles llenas de presos políticos, lo mismo que el exilio.

En 1965, a tan solo 4 años de ajusticiado Trujillo, los dominicanos dieron un paso al frente en procura de recuperar sus derechos constitucionales y de afianzar la soberanía.

Dejaron una cuota de más de 3 mil muertos.Pero no pocos han pasado factura al Estado por su participación en la contienda.

Momento estelar para pg

“La vibrante voz del joven dirigente perredeísta retumbó en los estudios de Radio Comercial y puso a vibrar a todos los que escuchaban el programa Tribuna Democrática.

Era entonces ‘el hombre indicado en el momento adecuado’, el que no vacilaba en proclamar que el corrupto gobierno del Triunvirato había sido derrocado por un grupo de jóvenes y honestos militares.

Peña Gómez realizaba en aquel momento el más grande acto de agitación que se hubiera realizado en toda la historia dominicana, y quién sabe si en muchos países del mundo”.

Del libro “Francis Caamaño”, pág. 146, autor Hamlet Hermann, 1983.

El pueblo se lanza a las calles

Con un sol reluciente, la tarde del 24 de abril de hace 44 años apuntaba a tener muchas sorpresas. Miles de dominicanos se lanzaron a las calles sin saber qué hacer.

Pasadas las 2:00 todavía se desconocía el sentido que había tomando el movimiento.

Lo que sí se pregonaba a los cuatro vientos era que el Triunvirato había sido derrocado y que un grupo de militares constitucionalistas controlaba la situación esperando el momento para la reposición de Bosch en el poder, una vez retornara de su exilio en Puerto Rico.

La primera medida táctica en lo militar la adoptó el general Wessin.

Pasadas las 6:00 p.m. impartió orden para que se colocaran 4 tanques y una compañía de 100 hombres en el extremo oriental del puente Duarte.

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