Luis Días anda mal: no le sale la voz, se le olvidan letras...
Su show en el Festival Cultural en Salcedo evidencia desgaste
Luis Días daba terror. Ver a este genio de la música ante la multitud, cerrando los ojos con fuerza para poder compaginar la voz y la música era un triste espectáculo no apto para sus admiradores. Sucedió el sábado en el escenario 3 del Festival Cultural Hermanas Mirabal, que se desarrolló con gran éxito en la provincia Hermanas MirabalLo que se vio allí fue retrato de lo mal que anda Luis Días. Su voz casi no le salía y la que salía era a puro esfuerzo. “El genio de Luis Días protagonizó uno de los capítulos más vergonzosos de su carrera”, escribió el lunes Grisbel Medina en el periódico Listín Diario.
Luego agregó: “El compositor no sólo olvidó las partituras de sus propias canciones (Yo quiero andar, Baila en la calle y Marola), sino que ignoró a su banda y dijo una serie de incongruencias entre un mal español y pésimo inglés. No valió la pena esperar a que El terror subiera, si luego hubo que rogar para bajarlo de allí”. Así realmente fue. MASVIP vio más: a un Luis Días sumido en un descontrol que esa noche era demasiado evidente.
La provincia Hermanas Mirabal clausuró el domingo el primer Festival Cultural Hermanas Mirabal, en honor a Minerva, Patria y María Teresa Mirabal Reyes.
Cuatro escenarios pintados de alas de mariposa y las mejillas de las hermanas que Dedé Mirabal cita incesantemente desde San José de Conuco y Ojo de Agua sirvieron de platea a la voz de Xiomara Fortuna y el regadío bendito de la herencia africana en salves y palos de Enerolisa y el grupo de Mata Los Indios de Villa Mella.
El programa del festival, amplio y tentador, incluyó al “Terror” Luis Días, a la merenguera típica La India Canela, el ballet del Centro de la Cultura de Santiago, Annia Paz, así como grupos de gagá, teatro, decimeros, paleros y coros de parroquias y comunidades unidas en este proyecto institucionalizado y a repetirse cada dos años en municipios de la oficializada provincia Hermanas Mirabal.
Organizado, creativo y armonioso, la fiebre electorera y casuchas licoreras no matizaron las venas del Festival Cultural Hermanas Mirabal. A la par y sin competir entre sí, se desarrollaron decenas de presentaciones en los cuatro escenarios (Juventud, Parque Duarte, Folklore y la Mujer) que la gente disfrutó sin sentirse aprisionada. Claro, entre una y otra velada, la gente recorría la atractiva y colorida exposición de artesanías, resguardada por decenas de casitas en madera y techadas de zinc.
Aún con la noche a cuestas, la fiesta dedicada a Moca, seguía invitando al goce gratuito, al merengue típico, al banquete visual y a la historia porque el locutor “Guinnes”, el mocano JM Hidalgo, se mantuvo, durante 12 horas leyendo textos de las hermanas Mirabal en una esquinita vecina de las salchichas servidas en puya.
Roldán Marmol, fue el productor artístico del escenario número 3. Gracias a la ayuda de la periodista Rosario Medina los medios invitados pudieron cumplir con la misión del día.
Luis Días daba terror. Ver a este genio de la música ante la multitud, cerrando los ojos con fuerza para poder compaginar la voz y la música era un triste espectáculo no apto para sus admiradores. Sucedió el sábado en el escenario 3 del Festival Cultural Hermanas Mirabal, que se desarrolló con gran éxito en la provincia Hermanas MirabalLo que se vio allí fue retrato de lo mal que anda Luis Días. Su voz casi no le salía y la que salía era a puro esfuerzo. “El genio de Luis Días protagonizó uno de los capítulos más vergonzosos de su carrera”, escribió el lunes Grisbel Medina en el periódico Listín Diario.
Luego agregó: “El compositor no sólo olvidó las partituras de sus propias canciones (Yo quiero andar, Baila en la calle y Marola), sino que ignoró a su banda y dijo una serie de incongruencias entre un mal español y pésimo inglés. No valió la pena esperar a que El terror subiera, si luego hubo que rogar para bajarlo de allí”. Así realmente fue. MASVIP vio más: a un Luis Días sumido en un descontrol que esa noche era demasiado evidente.
La provincia Hermanas Mirabal clausuró el domingo el primer Festival Cultural Hermanas Mirabal, en honor a Minerva, Patria y María Teresa Mirabal Reyes.
Cuatro escenarios pintados de alas de mariposa y las mejillas de las hermanas que Dedé Mirabal cita incesantemente desde San José de Conuco y Ojo de Agua sirvieron de platea a la voz de Xiomara Fortuna y el regadío bendito de la herencia africana en salves y palos de Enerolisa y el grupo de Mata Los Indios de Villa Mella.
El programa del festival, amplio y tentador, incluyó al “Terror” Luis Días, a la merenguera típica La India Canela, el ballet del Centro de la Cultura de Santiago, Annia Paz, así como grupos de gagá, teatro, decimeros, paleros y coros de parroquias y comunidades unidas en este proyecto institucionalizado y a repetirse cada dos años en municipios de la oficializada provincia Hermanas Mirabal.
Organizado, creativo y armonioso, la fiebre electorera y casuchas licoreras no matizaron las venas del Festival Cultural Hermanas Mirabal. A la par y sin competir entre sí, se desarrollaron decenas de presentaciones en los cuatro escenarios (Juventud, Parque Duarte, Folklore y la Mujer) que la gente disfrutó sin sentirse aprisionada. Claro, entre una y otra velada, la gente recorría la atractiva y colorida exposición de artesanías, resguardada por decenas de casitas en madera y techadas de zinc.
Aún con la noche a cuestas, la fiesta dedicada a Moca, seguía invitando al goce gratuito, al merengue típico, al banquete visual y a la historia porque el locutor “Guinnes”, el mocano JM Hidalgo, se mantuvo, durante 12 horas leyendo textos de las hermanas Mirabal en una esquinita vecina de las salchichas servidas en puya.
Roldán Marmol, fue el productor artístico del escenario número 3. Gracias a la ayuda de la periodista Rosario Medina los medios invitados pudieron cumplir con la misión del día.
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