Saturday, September 1, 2007

Trouble, la perrita millonaria

NUEVA YORK (AFP) - Con su collar de diamantes y platos de comida preparados por un chef, la perrita Trouble que heredó 12 millones de dólares de su dueña, Leona Helmsley, está acostumbrada al lujo, pero el personal puesto a su servicio por la magnate hotelera la odia."Mordía a todo el mundo: guardaespaldas, jefe de seguridad, hasta los clientes", relata Zamfira Sfara, una empleada rumana de la millonaria fallecida el 20 de agosto a los 87 años.


El martes pasado, la lectura del testamento de la acaudalada empresaria dejó descontenta a mucha gente: la "reina de la maldad" -como la apodaron en vida los tabloides- desheredó a dos de sus nietos y dejó una fortuna a la perrita.


"Nunca vi un ser humano tan enamorado de un animal", comentó Sfara al diario Daily News. "Iban juntos a todas partes". Leona dormía con ella en una cama doble y "le daba besos de lengua, era algo malsano y poco natural", dijo.


El cuidado de la pequeña maltés blanca quedó a cargo de Alvin Rosenthal, hermano de la difunta y menos afortunado que el can, ya que recibió 10 millones de dólares.


A sus nietos David y Walter, Helmsley accedió a dejar 5 millones de dólares a cada uno, siempre y cuando visiten anualmente la tumba de su padre. Pero a sus otros dos nietos, Craig y Meegan, ni un centavo.


"Ellos saben por qué", dice lapidario el testamento sin más explicaciones. Helmsley, asegura su empleada, "quería ser amada por todos, pero sabía que nadie la quería y la perrita reemplazó a ese amor".


La vida de Trouble en el lujoso apartamento del hotel de los Helmsley sobre Central Park era de color de rosa.


Vestida con ropa cara y enjoyada con un collar de diamantes, Trouble era alimentada con platos preparados especialmente por el chef del hotel "que tenía que dejar de atender a todos los clientes", según Sfara.


En un rito cotidiano y odiado, la empleada relata que se ponía de rodillas para alimentar al can con la mano, pero al parecer a Trouble no le gustaba que la ayudaran a comer.


"Una nunca sabía cuándo iba a morder. Una vez me mordió y mientras clavaba sus dientes en mis dedos, Leona decía: !Bien hecho, se lo merece!", relató.


La sirvienta dice que quedó traumatizada por la experiencia e inició un juicio a su patrona en un caso que está actualmente en instancia de apelación.


La perra tiene ocho años pero al parecer no está muy bien de salud. Según los expertos, los malteses viven unos 14 años y describen su carácter habitual como vivaz, poco temeroso y territorial.


Otros famosos tuvieron malteses como mascota preferida, incluyendo a Elizabeth Taylor y Liberace.


Los allegados aseguran que a través de la perrita Helmsley creía comunicarse con su marido, fallecido en 1997.


Cuando muera, Trouble será sepultada junto a su dueña en el mausoleo de 1,4 millón de dólares que ella pidió mantener en buen estado mediante un fondo de 3 millones de dólares que le aseguran una tumba decente.


Leona se casó en 1972 con el magnate Harry Helmsley y juntos administraron una cadena de hoteles y otros negocios inmobiliarios, incluyendo el Empire State Building, actualmente el edificio más alto de Nueva York. Según la revista Forbes, la fortuna de la viuda ascendía a 2.500 millones de dólares.


En 1989 fue juzgada por evasión fiscal y sus empleados la describieron ante la corte como una tirana que les hacía la vida imposible. A partir de ese momento, la prensa comenzó a llamarla "la reina de la maldad".

Un ex empleado reveló públicamente que la millonaria se jactaba en privado de no pagar impuestos, argumentando que "solo la plebe paga impuestos", pero ella negó haberlo dicho.

La indiscreción sin duda no provino de su chofer, Nicholas Celea, a quien la acaudalada señora dejó en herencia 100.000 dólares. "Les puedo decir que yo realmente la estimaba", dijo Celea a la prensa local.

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