Tuesday, August 28, 2007

Subero llama enfrentar flagelo corrupción; critica a quienes se enriquecen en Estado


El presidente de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Subero Isa, calificó ayer la corrupción pública como “un flagelo tan lacerante para la sociedad dominicana como lo es el narcotráfico”. Subero Isa habló en el acto de entrega a la Suprema Corte de una donación de 1000 ejemplares del libro “Legislación aduanera y sus modificaciones”, por parte del director de Aduanas, Miguel Cocco. “Si hay corrupción sin sanción lo que hacemos es alimentar el apetito de personas”, afirmó Subero Isa.“Si hay corrupción sin sanción lo que hacemos es alimentar el apetito de personas”, afirmó Subero Isa en el acto en el que exhortó a los funcionarios públicos a colocarse un techo en sus aspiraciones económicas. Subero Isa recordó los pronunciamientos de Cocco, en el sentido de que la corrupción era un gran problema y había que combatirla, lo que dijo apoyó en toda su extensión, tras afirmar que “la única forma que nosotros los funcionarios públicos podríamos controlar la corrupción es si le ponemos un techo a nuestras propias aspiraciones”. Indicó que el servidor público no puede competir con la empresa privada, ya que su naturaleza es el negocio lícito y que tiene la finalidad de ganar dinero, “el servidor público está como su nombre lo dice está para servirle a la sociedad”.

“O sea que el que quiere enriquecerse que abandone la función pública y que se vaya al sector privado”, ya que “desde la función pública no es posible que nadie se enriquezca”.

Negó que la corrupción sea un asunto endémico, sino que la misma se ha venido fomentando en los últimos años por “los malos ejemplos que damos los funcionarios públicos, así como la falta de sanción que hay en las autoridades a quienes corresponde sancionarlos, tanto en la parte de la investigación como en la parte de ejecución”.

Dijo que hay que hacer hincapié en la corrupción pública y el contrabando, debido a que éstos son delitos penales de naturaleza económica que se cometen contra el Estado, “pero hay una diferencia, que es que mientras la corrupción pública se comete desde el Estado, el contrabando se comete fuera de éste”. Subero Isa expresó que ambos delitos constituyen un atentado a la economía del Estado, lo que dijo también ocurre cuando se compra a un juez y “se rompe el equilibrio en cuanto a la igualdad de armas entre las partes”.

Dijo que en el caso de la Ley 226-06 establece de una manera clara y determinante que tanto la recaudación como la liquidación de las rentas aduaneras son de alto interés público, lo que significa que el Estado le atribuye una importancia capital.

Dijo que el régimen de aduana tiene sus propias especificidades. Agradeció a la Dirección de Aduanas de la donación de unos 1,000 ejemplares de las leyes sobre el régimen de aduanas, los que dijo distribuirá entre los jueces del país a fin de que éstos tengan mayor conocimiento de esas especificidades.

La publicación contiene las leyes números 3489 de 1953, sobre el Régimen de Aduanas, y la 226-06, que otorga autonomía presupuestaria y patrimonio propio a la Dirección General de Aduanas.

La entrega del material tiene como objetivo difundir entre los jueces el contenido de las normas relativas a las aduanas, a fin de que al momento de aplicar las mismas, lo hagan apegado a los mejores intereses del país. La donación de los ejemplares de las leyes se realizó en el Salón Multiusos, ubicado en el tercer nivel del edificio que aloja a la Suprema Corte de Justicia.

ADUANAS
Miguel Cocco ponderó el apoyo de la Suprema Corte de Justicia a las direcciones de Aduanas y de Impuestos Internos en los requerimientos del Estado de “exibilidad” de los impuestos extensivos y sin exenciones por motivos políticos banales o de corrupción.

“La labor nuestra es la de perseguir el delito aduanero, mientras que la DGII es la de perseguir a los que transgreden sus pagos en las distintas leyes que corresponden a su administracion”.

Dijo que por razones históricas las administraciones fiscales pocas veces recurrían a la aplicación de drásticas sanciones, como está ocurriendo en los últimos tres años. “El mundo de la competitividad se basamentó en la equidad y si no hay cobro de los impuestos no hay Estado que se pueda mantener y soportar en un futuro inmediato”. Indicó que la base tributaria de un Estado es la única que tienen los pueblos para exigir la aplicación de políticas distributivas que es la única que van a paliar la deuda social que tiene cada Estado con sus habitantes. “Si hay complacencia, si hay descuido, si hay permisividad en la exigencia de los tributos, estamos en una sociedad basada en la injusticia”, afirmó.

0 comentarios: