La Tumba del Caamaño o El Panteón de la Ingratitud..?

Por Juan Cruz Triffolio
Sociólogo-Comunicador-Concejal ASDE
Llama la atención el descuido y el abandono observado en la tumba del Coronel de Abril, Francisco Alberto Caamaño Deñó, en el Cementerio de la Avenida Máximo Gómez, en la capital de República Dominicana.Se encuentra desolada, sucia y con señales evidentes de que los otroras compañeros del Comandante Constitucionalista no lucen tenerlo siempre presente.

Lo que se percibe en su lecho eterno, lugar que, por el significado histórico y patriótico encarnado en quien allí descansa, bien pudiese ser un templo de reverencia y peregrinar constante, poco a poco, con la aparente indiferencia que genera el olvido y la desvergüenza, se ha transformado en una especie de Panteón de la Ingratitud.Oh, Francisco Alberto, caramba..!!
Cuánto decoro y sacrificios para ser respondido con tanta inconsecuencia..!!Cuánta dignidad, gallardía y amor a la patria correspondido con el pago de la desolación..!!Se extinguieron los caamañistas y constitucionalistas..?

Se remarca que la anterior interrogante no busca despertar reacción entre los tribunos de longánimes discursos huecos de contenido sino entre aquellos que, en su diario vivir, con sus acciones cotidianas, van poniento al desnudo el ideal y la heroicidad del caamañismo.Francisco Alberto, caramba..!!Si bien es cierto que tu pundonorosa estatura al igual que tu incorruptible accionar patriótico trasciende y perdura más allá de la forma y el marco cosmetológico de una tumba, no es menos verdad que, quienes admiran y respetan la hombría de bien que pusiste de manifiesto a través de la solidaridad humana, nunca han de olvidar que el espacio físico que hoy ocupa, en un camposanto, debe ser tan cristalino y transparente como tu nobles y heroicas acciones y predicamentos.

Francisco Alberto, caramba..!!
Dejemos el tiempo discurrir y que sea la historia, progenitora de la verdad, quien al final logre establecer con precisión la necesaria barrera y diferencias entre los ingratos, oportunistas y buenos agradecidos.Téngase presente que la máxima popular, fuente de sabiduría imperecedera, lo establece para que no se olvide: “Nunca es más oscura la noche que cuando va amanecer..”.